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UNAF denuncia la violencia de género poniendo el foco en las mujeres mayores

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La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) ha celebrado elDía Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra cada 25 de Noviembre, visibilizando la violencia que sufren las mujeres mayores.

Para ello, UNAF ha participado en diversos actos de sensibilización dirigidos a profesionales del ámbito social e institucional, en los que ha advertido de este  fenómeno, sobre el que viene trabajando desde 2011 a partir de su experiencia en el Proyecto Europeo Daphne Stop VI.E.W.(Stop ViolenceagainstElderlyWomen) que desarrolló en colaboración con entidades de Italia, Francia, Bulgaria, Eslovenia y Portugal.

UNAF ha compartido los hallazgos de su investigación en España con profesionales de la Mesa Local contra la Violencia de Género de Arganda del Rey y de otros servicios municipales próximos, en una jornada formativa organizada el 23 de noviembre por el ayuntamiento de esta localidad madrileña en el marco de su programa “Ante la violencia machista, que no te cierren la boca”.

En ella Carmen Sánchez Moro, socióloga y coordinadora de la investigación de UNAF, explicó cómo la confluencia de la discriminación por género y por edad convierte a las mujeres mayores en un grupo con alto riesgo de sufrir maltrato. Y trazó como perfil de la víctima de violencia el de una mujer, de edad avanzada, dependiente, aislada y con escasos recursos de apoyo. “Todo ello las hace especialmente vulnerables a la violencia, no solo de sus parejas sino de su entorno familiar – hijos o pareja – o incluso de profesionales en las residencias”.

La situación de dependencia está asociada a una capacidad limitada de comunicación, lo que explica el silencio y las barreras que tienen para denunciar. Incluso, en muchas ocasiones, tal como explica la investigadora de UNAF, “las mujeres no reconocen el maltrato como tal, tienden a negarlo o normalizarlo. Suelen tener miedo a denunciar por las represalias que puedan sufrir, y otras veces sienten vergüenza, tristeza e impotencia, lo que les lleva a ocultar el maltrato. A esto se suma la presión social e incluso familiar a través del chantaje emocional”.

Estas características de la violencia contra las mujeres mayores fueron igualmente expuestas por Carmen Sánchez Moro en las XIII Jornadas de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género organizadas el 28 de noviembre por la Concejalía de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Las Rozas, en Madrid, y dedicadas específicamente a esta “realidad silenciada”.

En su intervención, Sánchez Moro señaló que para romper el silencio es esencial la información de las mujeres mayores, así como la formación de las y los profesionales en este tipo de violencia, “ya que su labor es clave para el reconocimiento y detección del maltrato desde los diferentes ámbitos de intervención”. En este sentido, recomendó una mayor coordinación multidisciplinar e intersectorial, para así poder no soloactuar sobre los factores de riesgo sino también promover los factores de protección.

Sobre estos factores de riesgo y de protección trabajó Jesús Goyenechea, formador de profesionales y dinamizador de grupos de apoyo con mujeres mayores del proyecto Daphne, durante una jornada formativa sobre violencia de género dirigida a profesionales y organizada por el Ayuntamiento de Elgoibar, en Guipuzcoa, el pasado 22 de noviembre.

Así, Goyenechea analizó los aspectos de género que influyen en la construcción de la identidad y la socialización femenina, como la tendencia a evitar, reprimir o inhibir emociones difíciles o la de obtener placer propio a través de los demás, del “ser para otros”. Todo ello da lugar a una serie de particularidades del envejecimiento femenino que se convierten en vulnerabilidades si no se trabajan adecuadamente.

Otro factor de riesgo del maltrato a las mujeres mayores es la sobrecarga y estrés de las personas cuidadoras, especialmente familiares, que hace que muchas se quejen de “atrapamiento” en el cuidado, ya que “invade todo su espacio vital y les agota la energía”. Por ello es necesario ofrecer a las familias recursos de apoyo. Y si el cuidado se realiza en residencias, establecer condiciones laborales dignas a las y los profesionales para evitar situaciones de “queme” que puedan derivar en negligencia o maltrato.

Frente a ello, Jesús Goyenechea señaló algunos factores de protección para la prevención de los malos tratos a mujeres mayores, como promover una relación sana con el propio cuerpo, resolver la crisis de identidad resultante del cambio de estatus y funciones, cuestionar y reconocer estereotipos y discursos que dificultan la relación con el propio envejecimiento y promover herramientas para la gestión autónoma del proyecto vital.

Previamente a estos actos conmemorativos del 25 de noviembre, UNAF participó en el II Congreso Internacional sobre Envejecimiento activo, calidad de vida y género de la Universidad Carlos III de Madrid, donde reflexionó sobre el fenómeno de la violencia hacia las mujeres mayores ante un público conformado por futuras y futuros profesionales de la intervención social, dejándoles este mensaje final: “Debemos fomentar una cultura de buen trato, que promueva el envejecimiento digno, activo y participativo, y un trato de respeto y no discriminación por la edad, teniendo como base la solidaridad intergeneracional y el reconocimiento social a la labor de las personas mayores”.

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Comunicación UNAF

Para más información o entrevistas, contacta con Raquel Lago, comunicacion@unaf.org.