Diversidad familiar en el aula
Introducción
La educación desempeña un papel fundamental, ya que es el instrumento que tenemos para homogeneizar las oportunidades, potenciar capacidades y aumentar las expectativas de cualquier niño, niña o adolescente sin importar el contexto de origen. A través de ella, podemos construir un futuro más equitativo y justo para todas las personas proporcionando las herramientas necesarias para que puedan alcanzar su máximo potencial y permitiendo que sean personas más libres y autónomas. Por el contrario, la desigualdad en las aulas genera limitaciones en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes y en sus oportunidades de futuro. Entender que lo diferente no tiene connotaciones negativas, sino que es sinónimo de diversidad y enriquecimiento, es clave en nuestra sociedad. Para ello, es ineludible la colaboración familia-escuela como agentes fundamentales para atender al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes y a que sus derechos sean protegidos.
La atención a la diversidad en la nueva modalidad de escuelas inclusivas está ganando mucha importancia últimamente. Sin embargo, la referencia a “diversidad” se hace fundamentalmente desde aspectos cognitivos (capacidades), físicos (diversidad funcional) o culturales (intercultural), pero es de vital importancia introducir la idea de familias diversas dentro del concepto de escuela inclusiva ya que es un factor que condiciona a los niños, niñas y adolescentes en múltiples aspectos de su vida.