La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) y la Asociación de Mujeres Africanas de Castilla-La Mancha ofrecieron algunas claves y estrategias para la prevención y atención ante la mutilación genital femenina en Castilla-La Mancha durante un webinar celebrado el 16 de diciembre, con la presencia de representación del gobierno regional.
La mutilación genital femenina es una violencia de género y una violación de los derechos humanos que afecta al menos a 200 millones de mujeres en el mundo, de las que 44 millones son niñas menores de 14 años. En España 70.000 mujeres proceden de países donde se realiza la práctica y 18.000 niñas y jóvenes estarían en riesgo de sufrirla, según el Mapa de la MGF de Fundación Wassu.
En el caso de Castilla-La Mancha, según datos del INE para el año 2017, residían en el territorio 520 niñas menores de 15 años con nacionalidad de países donde se practica la MGF, siendo el mayor colectivo el de Nigeria (160), seguido de Mali (113), Pakistán (73) y Senegal (44), principalmente residentes en las provincias de Toledo y Guadalajara.
Tras ofrecer estos datos y explicar las consecuencias para la salud de las mujeres y las niñas, Nerea Sancho, técnica del Área Culturas, Género y Sexualidades de UNAF, compartió con las y los profesionales asistentes algunas estrategias y herramientas para la acción, como la responsabilidad ética y profesional, la atención integral de calidad, la mediación intercultural y el trabajo en red.
En este sentido, señaló como desafíos para avanzar en la lucha contra la mutilación genital femenina la naturalización de la interculturalidad, la prevención sin estigmatización, la atención integral especializada y el compromiso social y político. Y recomendó atender a las necesidades expresadas y no expresadas en la atención a las supervivientes de esta violencia, y atender a las consecuencias desde una visión holística y biopsicosocial, desde un enfoque de empoderamiento y no de revictimización.
Bintou Coulibaly, de la Asociación de Mujeres Africanas de Castilla-La Mancha, explicó la labor que desarrollan desde que hace más de una década las primeras mujeres africanas llegadas a la localidad toledana de Recas fundaran la entidad. Y compartió su experiencia en el trabajo de sensibilización contra la mutilación genital femenina, los mitos que la sustentan y las razones que hay detrás: “Los hombres se pueden casar con tantas mujeres como puedan mantener física y económicamente. Con la primera mujer es un matrimonio concertado y esta siempre va a estar mutilada, es la sumisa, la que siempre va a estar con él por las buenas o las malas porque la ha elegido tu familia. En algunas etnias, la mujer que no tiene mutilación, no se puede casar. Al final se trata de ejercer un control sobre la sexualidad de las mujeres”.
Bintou Coulibaly explica cómo en Mali la práctica de la mutilación continúa, “es algo muy interiorizado”, hasta el punto de que cuando ha hablado en contra ha recibido amenazas. “Es el pan de cada día”, asegura. Pero considera que hay que continuar trabajando, sobre todo en la educación de las nuevas generaciones y de los hombres. Y pone como ejemplo su caso: “Yo soy la causa de una mala información. Sin embargo, mis hermanas ya no están mutiladas porque mi padre tuvo información y se opuso”.
En cuanto a su comunidad en Recas, Bintou Coulibaly señala que la práctica ha bajado “por miedo a que te quiten la tutela, a multas o incluso a ir a la cárcel”. No obstante, y aunque la mayoría no la realiza, advierte que “hay una parte de la comunidad que sí lo va a hacer”.
Bintou Coulibaly se refirió además a la dificultad para acceder a la atención y a recursos porque es un tema tabú, del que no se habla ni siquiera entre las mujeres, como tampoco del sexo. “Te casas, te tumbas y poco más”. Y señaló que las charlas informativas y la mediación intercultural pueden ayudar a romper estas barreras, respetando la confidencialidad sobre todo en los casos de las consultas médicas. “Hay miedo al qué dirán en tu comunidad”.
Por su parte, Nuria Cogolludo, Delegada Provincial de la Consejería de Igualdad y Portavoz en Toledo del Gobierno de Castilla-La Mancha, informó del trabajo realizado por el Instituto de la Mujer en la comunidad autónoma en el ámbito de la violencia de género, destacando la puesta en marcha en abril, poco después de la declaración del estado de alarma, de un recurso extraordinario de acogida para mujeres víctimas de esta violencia “en toda la amplitud del término”, lo que viene a sumar un total de 15 recursos y 280 plazas de acogida en la región.
Asimismo, puso en valor las campañas realizadas para dar a conocer el teléfono de atención a la violencia de género en Castilla-La Mancha (900 100 114). “Durante el confinamiento las llamadas realizadas desde teléfonos privados sobre a este recurso de ayuda contra la violencia de género aumentaron un 70%. Las campañas de concienciación tuvieron su efecto”.
En el área concreta de la lucha contra la mutilación genital femenina, la delegada provincial informó del trabajo realizado por el gobierno de Castilla-La Mancha basado en tres pilares fundamentales, interconectados entre sí: el protocolo puesto en marcha en 2017 por las Consejerías de Bienestar Social y Educación, la Ley Regional para una Sociedad Libre de Violencia de Género (que en su artículo 4 contempla la MGF) y una línea de ayudas de 40.000 euros para la prevención.
Tras las intervenciones, la moderadora, Luisa Antolín, del Área de Culturas, Género y Sexualidades, dio paso al turno de preguntas y al debate con las ponentes.