- El número de desplazamientos superó cifras históricas en 2015, al alcanzar los 244 millones migrantes
- UNAF reclama el cumplimiento de los compromisos de acogida de las personas refugiadas
Con motivo del Día Internacional de las personas Migrantes, que se celebra hoy, 18 de diciembre, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) reclama más recursos para apoyar los procesos migratorios y hacer cumplir los derechos fundamentales de todas aquellas personas que tienen que abandonar su país de origen.
La migración es un proceso que puede producirse por motivos voluntarios, pero, en otras ocasiones, las personas migrantes se ven forzadas a desplazarse geográficamente. Solo durante 2015, la cifra de migrantes alcanzó los 244 millones, de acuerdo con el último Informe de Migración Internacional publicado por la ONU, tratándose de la cifra más alta jamás registrada. En cuanto a los desplazamientos forzados, fueron 65,6 millones las personas que se vieron obligadas a dejar sus hogares en 2016, según ACNUR.
Las personas desplazadas o refugiadas huyen de sus países de origen por miedo a ser perseguidos por motivos de raza, religión, identidad de género, orientación sexual, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas. Según datos de ACNUR, los menores de edad son uno de los grupos más afectados, representando la mitad de la población refugiada en el mundo. Además, 75.000 niños y niñas que no iban acompañados por ningún progenitor, tutor o tutora legal ni familiar cercano solicitaron asilo en 70 países durante el pasado año. “Estas cifras son el reflejo de la grave situación que muchos y muchas menores están atravesando en este mismo instante alrededor de todo el mundo”, recalca Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF.
Las mujeres son otro de los colectivos más vulnerables durante los procesos migratorios. “Las organizaciones internacionales alertaban este verano de que, durante los últimos tres años, el número de víctimas potenciales de tráfico sexual que llegan por mar a Italia aumentó un 600 por ciento”, recuerdan desde UNAF. Así, el Informe sobre la Trata de Personas en la ruta del Mediterráneo, publicado este mismo año, informaba de que el mayor porcentaje de víctimas corresponde a mujeres y niñas. “Además de la trata, no debemos olvidarnos de las violaciones y otros abusos sexuales a los que muchas se ven sometidas durante este tipo de desplazamientos”, subraya Ascensión Iglesias.
A pesar de que la crisis de personas refugiadas continúa, Europa y España continúan frenando su llegada. El pasado 26 de septiembre finalizaba el plazo para que la Unión Europea cumpliera con el compromiso de reubicación de 120.000 solicitantes de asilo, de los que solo había reubicado a 66.000; la gran mayoría, procedentes de Siria, pero también de otros países como Sudán del Sur o Afganistán. Y España solo había acogido al 11,4% de la cuota comprometida, es decir, 1.980 personas de 17.337. La violencia de la que huyen y por la que solicitan asilo es de distinto tipo: desde conflictos bélicos hasta religiosos, pasando por la violencia contra las mujeres, como la Mutilación Genital Femenina.
Una vez en los países de acogida, la población migrante y en especial la refugiada requiere de apoyo por parte de las instituciones, un respaldo insuficiente que pone en riesgo el cumplimiento de sus derechos fundamentales. Algunos de esos derechos son los relativos a la salud, y concretamente, a la salud sexual. Por ello, UNAF desarrolla dos programas financiados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social a través del Fondo de Asilo, Migración e Integración: Promoción de la Salud Sexual para la Población Migrante y Prevención e Intervención ante la Mutilación Genital Femenina (MGF). “Con ellos promovemos la igualdad y la vivencia de una sexualidad positiva y libre de violencia en la población migrante que llega a España”, aseguran.
“Las ONG hacemos todo lo posible, cada una en nuestro ámbito, pero es necesario que la Administración española y europea se impliquen más y aumenten los recursos para que los procesos migratorios sean lo más dignos y seguros posibles. Y exigimos que se responsabilicen y respeten los derechos fundamentales de las personas migrantes y refugiadas, cumpliendo con los compromisos de acogida asumidos por nuestro país”, reclama la Presidenta de UNAF.