Hoy celebramos el «Día Europeo de La Salud Sexual», que es definida por la OMS como “un estado de BIENESTAR físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad«.
Ponemos en mayúsculas la palabra «bienestar» para enfatizar en esta ocasión que, para lograr esa salud, necesitamos un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales PLACENTERAS y SEGURAS, libres de coerción, discriminación y violencia. Así, hoy queremos destacar esta faceta de la salud sexual, relacionándola con la apuesta por el bienestar, el placer y la seguridad.
Porque todas y todos tenemos sexualidad. Sin embargo, cómo la vivimos y cómo la manifestamos puede ser muy diferente. ¿De qué dependen estas diferencias? De muchos factores biológicos, afectivos y culturales. Vivirla sólo desde alguno de estos aspectos limitará nuestra experiencia vital y reducirá nuestra capacidad de disfrutar y nuestro placer. Por eso te invitamos en este post a reflexionar sobre alguno de ellos, para poder expandir tu sexualidad y, con ella, tu salud y tu bienestar.
Por ejemplo, un punto de partida fundamental es conocer nuestros deseos, nuestros gustos y nuestras preferencias. ¿Cuánto te conoces en este aspecto? ¿Piensas en tu propio bienestar, deseo y placer o mucho más en el de la otra persona? ¿Has dedicado tiempo a conocerte, a saber qué es lo que te gusta y te hace sentir bien? ¿Sabes dártelo a ti mismo/a? ¿Lo expresas y compartes cuando lo vives con otra persona? Son muchas preguntas pero te pueden abrir a un mundo que demasiadas veces es ignorado y desatendido.
Por eso, te invitamos a que adoptes una actitud de curiosidad para poder identificarlos y expresarlos. En la sexualidad no hay nada vergonzoso, su único límite es el respeto a las decisiones de las personas con quien se comparta y, cuanto más hablemos de ello con nuestras parejas, más nos daremos cuenta de que es un factor esencial para nuestro pleno desarrollo, nuestra calidad de vida y nuestra salud.
También, como mostramos a menudo en este blog, es importante que miremos cuánto nos puede estar influyendo el marco cultural y religioso en el que nos hayamos educado, pues ambos crean y mantienen los estereotipos de género e interfieren en la sexualidad.
Te invitamos a que mires, identifiques y revises en qué medida tu educación, tus creencias, tus valores y roles pueden estar influyendo en tu vivencia y tu salud sexual.
Por ejemplo, la sexualidad NO debe confundirse sólo con el SEXO, ya que los órganos genitales forman parte de nuestra sexualidad pero, si pensamos que la sexualidad sólo tiene que ver con los genitales, reduciremos nuestra capacidad de sentir placer.
El cuerpo, tanto en la mujer como en el hombre, tiene muchas zonas sensibles que posibilitan placer y bienestar y permite disfrutar, ya que todo el cuerpo es nuestro principal órgano sexual.
Lo mismo sucede con las relaciones sexuales. El coito y la penetración son prácticas sexuales, pero no son las únicas posibles, ni necesariamente las mejores ni las más satisfactorias para todos los hombres ni para todas las mujeres. Para muchas personas con vidas sexuales muy placenteras, el coito no suele ser una práctica sexual habitual.
La idea de que las relaciones sexuales tienen que consistir siempre en penetración limita las posibilidades de disfrutar de muchas personas, que en un momento dado disfrutan más con otro tipo de relaciones en las que no se producen penetración (las caricias en el clítoris, que es la zona que más placer causa a las mujeres).
Esperamos que estas reflexiones te ayuden a expandir y no limitar tu capacidad de sentir placer y conectar con ese bienestar que contribuye a la salud sexual.
Investiga, practica, expresa y descubre todas las posibilidades que nos ofrece nuestro mundo físico, afectivo, mental y social.
¡Que tengas un feliz Día Europeo de la Salud Sexual! 🙂