El proceso de separación o divorcio de los progenitores genera muchas emociones en los niños y niñas que se pueden traducir en una serie de comportamientos que es importante que aprendáis a identificar, comprender y a gestionar.
A continuación, os explicamos las principales estrategias que utilizan los hijos e hijas frente a las separaciones de parejas:
Estrategias de reconciliación.
Puede expresarse mediante comportamientos sintomáticos o regresivos. El niño o la niña intenta así mantener a los progenitores juntos.
Estrategia para reducir la angustia de la separación.
Reacciones emotivas intensas durante las visitas o intercambios por volver a experimentar la ansiedad de la separación.
Estrategia para provocar tensiones.
Para reducir la tensión existente entre el padre y la madre, el niño o la niña puede ofrecerse como “chivo expiatorio” con el fin de centrar la tensión en él o ella.
Estrategia para comprobar el amor.
El niño o la niña que teme perder a su padre o su madre tenderá a verificar el amor que sienten por él/ella acaparando su atención.
Estrategia para comprobar la lealtad.
Los hijos o las hijas pueden tender a sentirse divididos entre el padre y la madre y ello les lleva a no manifestarse de forma natural sino en función de lo creen que cada uno de sus progenitores espera de ellos/ellas
Estrategia de búsqueda de equilibrio y de justicia absoluta.
Realizan intentos por compensar e igualar las concesiones entre el padre y la madre, tratando de esta forma de evitar conflictos.
Estrategia para proteger la autoestima de los niños o las niñas.
Los niños o las niñas que se convierten en receptores del rencor de un progenitor hacia el otro tienden a distanciarse del adulto causante de ese malestar.
Estrategia para proteger la autoestima del padre y de la madre.
Si los hijos y las hijas observan la fragilidad de sus progenitores tenderán a convertirse en su apoyo emocional.
Estrategia para alentar un estilo de vida permisivo.
Los/as menores pueden manipular el divorcio en su propio beneficio. Estos niños o niñas no muestran mucha angustia emocional. Pueden expresar una falta de lazos con alguno de sus progenitores o una retirada del conflicto parental.