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10 consejos para que niños, niñas y adolescentes en familias diversas sean más resilientes

La resiliencia es una herramienta clave para que niños, niñas y adolescentes crezcan con seguridad, confianza y la capacidad de afrontar los desafíos de la vida. En cualquier modelo familiar, fortalecer esta habilidad les ayudará a adaptarse a los cambios, superar dificultades y aprender de cada experiencia. Como personas adultas de referencia, podemos guiarles en este proceso a través del cariño, el ejemplo y estrategias concretas que refuercen su bienestar emocional.  

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia, según Jorge Barudy, es “la capacidad de una persona o de un grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de los acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves”.

Por lo tanto, conseguir que los niños y niñas sean más resilientes significa ayudarles a desarrollar la capacidad de afrontar desafíos, adaptarse a los cambios y superar dificultades desde una mirada que contemple su propio modelo de familia. En las familias diversas (ya sean monoparentales, homoparentales, reconstituidas, adoptivas, acogedoras …) fomentar la resiliencia es clave para que los niños, niñas y adolescentes crezcan con seguridad y con confianza en sí mismos/as. El objetivo es que puedan superar los retos que pueden tener los diversos modelos familiares y que se lleven un aprendizaje útil para su futuro.

«La resiliencia es como un músculo que se fortalece con cada desafío superado».

10 consejos prácticos para desarrollar la resiliencia de los hijos e hijas

1. Refuerza su autoestima y seguridad.

Haz que se sientan valorados/as por lo que son. Refuerza su autoestima con palabras positivas y reconoce sus esfuerzos, no solo sus logros. Ayúdales a ver que su valor no depende de la estructura familiar en la que crecen, sino de quiénes son como personas.

2. Enséñales a aceptar y valorar la diversidad.

Explícales que hay muchas formas de constituir una familia y que todas son válidas. Para ello, puedes usar cuentos, películas y experiencias cotidianas para normalizar la diversidad familiar y fortalecer su identidad. Si necesitas ayuda para encontrar los recursos, tenemos varios posts con diferentes recomendaciones de libros, películas y series sobre cada modelo de familia.

3. Fomenta una comunicación abierta y honesta.

Crea un ambiente en el que se sientan cómodos/as para hablar sobre sus emociones, miedos y preocupaciones. Escúchalos con atención y valida sus sentimientos, mostrando cercanía, empatía y comprensión.

4. Ayúdales a desarrollar habilidades para resolver problemas.

Enséñales que los problemas y retos forman parte de la vida y que pueden afrontarlos de manera positiva. Anímales a pensar en soluciones y a aprender de los errores en lugar de temerlos y si es necesario, a pedir ayuda sin que eso conlleve vergüenza.

5. Promueve la independencia y la responsabilidad.

Puedes ir dándoles pequeñas responsabilidades acordes a sus edades y capacidades. Esto les ayuda a sentirse capaces y a confiar en sus habilidades. Permíteles tomar decisiones y aprender de sus consecuencias de forma segura.

6. Enséñales a manejar la frustración y la adversidad.

Muéstrales que es normal sentirse triste o sentir frustración, pero que siempre hay maneras de seguir adelante. Ayúdales a encontrar estrategias para calmarse y afrontar situaciones difíciles con una mentalidad positiva.

7. Rodéales de una red de apoyo afectiva.

Los niños, niñas y adolescentes resilientes necesitan sentirse respaldados. Además de la familia, fomenta relaciones con amigos/as, profesorado y otras figuras de apoyo que puedan reforzar su confianza y seguridad emocional.

8. Fomenta la empatía y el respeto por los demás.

Ayúdales a ponerse en el lugar de los demás, a entender que cada persona tiene su historia y a actuar con respeto y amabilidad. La empatía es una habilidad clave para afrontar conflictos de forma saludable.

9. Cultiva su sentido del humor y la actitud positiva.

Reírse de los errores y aprender a ver el lado bueno de las situaciones ayuda a desarrollar una mentalidad fuerte y flexible. Anímales a afrontar la vida con humor y optimismo.

10. Sé su ejemplo de resiliencia.

Los niños, niñas y adolescentes aprenden más con el ejemplo que con las palabras. Demuestra cómo afrontas los desafíos con calma, perseverancia y actitud positiva. Enséñales que cada dificultad es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.

En conclusión, criar niños y niñas resilientes en familias diversas significa darles herramientas para que crezcan con seguridad, fortaleza y capacidad para enfrentar la vida con confianza. Lo más importante es brindarles amor, comprensión y un entorno estable donde sientan aceptación y apoyo.

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Beatriz García

Beatriz García es Trabajadora Social, con un experto en el área de género y otro en Atención psicosocial en crisis emergencias y catástrofes. Con más de 15 años de experiencia en la intervención y gestión de proyectos en el área social.

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