El pasado 27 de octubre 2015, tuvimos la oportunidad de participar en la Jornada «Igualdad y Mediación», organizada por la Universidad de Zaragoza con la colaboración del Gobierno de Aragón, para introducir a estudiantes y futuros profesionales de Ciencias Sociales y del Trabajo en un modelo familiar creciente, el de las familias reconstituidas.
Estas familias, formadas por una pareja en la que al menos uno de sus miembros aporta hijos o hijas de una relación anterior, representan casi el 5% de familias en nuestro país y una realidad cada vez más extendida, dado el aumento de rupturas y de uniones en segundas nupcias.
Julia Pérez, directora de UNAF, ha explicado que «las familias reconstituidas han existido siempre solo que ahora ha cambiado su origen: antes una persona se quedaba viuda y volvía a casarse, ahora la mayoría de estas familias procede de divorcios, lo que implica una duplicidad de figuras y un desdoblamiento del hogar. Por ello, la familia reconstituida es, en sí misma, un desafío a las normas de funcionamiento de la familia tradicional».
En estas familias, que funcionan como una especie de «constelación de hogares«, la convivencia no es fácil y a menudo surgen conflictos. «La disparidad de normas entre los dos hogares, la ambigüedad de roles de las parejas de los progenitores, el sexismo en el reparto de tareas, las reacciones negativas de niños y niñas frente a la nueva pareja y la falta de equidad son las principales fuentes de conflicto», explica la representante de UNAF.
A diferencia de la familia tradicional, cuyo primer núcleo de unión es la pareja, en la familia reconstituida son los hijos y las hijas los que actúan como unión o «rótula» entre los dos hogares. De ahí que UNAF realizara un estudio en colaboración con la Profesora Alicia Garrido, de la Universidad Complutense de Madrid, para averiguar cuál era su visión sobre este modelo familiar.
El estudio mostró que la vivencia de los cambios es diferente entre la pareja de adultos y los menores, gradual para los primeros pero muy rápido para los segundos, lo que les suele provocar inseguridad, miedo a la pérdida, rechazo, enfado y temor a parecer desleal al otro progenitor.
«Ante esto, es necesario ofrecerles confianza, seguridad, afecto, orientación y que se sientan valorados y escuchados. De esta manera, acaban aceptando que sus progenitores busquen una nueva pareja para ser felices, a cambio de que estos demuestren a su vez un compromiso total con su felicidad«, explica Julia Pérez.
A partir de su experiencia en la atención a las familias desde 1988, UNAF ha puesto en marcha el primer servicio especializado de orientación y atención a familias reconstituidas en nuestro país, gracias al apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Asimismo, ha editado la Guía de Familias Reconstituidas, en la que se ofrecen pautas y recomendaciones para ayudar a estas familias a afrontar los desafíos que se les plantean y mejorar la convivencia.