UNAF participó en la jornada «Garantía Mujer: La eliminación del estigma en las víctimas de violencia de género» que organizamos junto a la Asociación Salud y Familia y la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) el 28 de octubre en el Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid.
Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF, inauguró la jornada señalando que «debemos hacer pedagogía, sensibilizar y educar en igualdad para que las mujeres no tengamos que seguir sufriendo violencia por el mero hecho de ser y existir» y frente al estigma de la violencia de género propuso hablar de «supervivientes» en lugar de «víctimas»: «Reconozcamos su capacidad para salir de la violencia y acompañemos su empoderamiento», alentó.
Por su parte, Elvira Méndez, directora de la Asociación Salud y Familia, presentó el programa «Garantía Mujer» y explicó que el estigma se interioriza por parte de las víctimas y refuerza las creencias de desvalorización disminuyendo su calidad de vida, su autoestima y su autoeficacia, con una serie de efectos como la resistencia a buscar ayuda, la falta de comprensión por parte del entorno y menos oportunidades laborales y de participación en actividades sociales y comunitarias. «La minimización, negación y normalización de las violencias de género hace que las mujeres dejen pasar el tiempo y no le den importancia, callen y no lo compartan por vergüenza, que tengan miedo a tomar decisiones, a la denuncia o separación por represalias del agresor».
Asimismo, Elvira Méndez recordó que haber sido víctima de violencia de género supone haber estado sometida a un largo proceso de desposesión de capacidades y habilidades para la vida. Por este motivo, el proceso de rehabilitación de las víctimas necesita de un acompañamiento social y profesional. «Debemos apoyar un duelo sano de la relación violenta y sus consecuencias, lograr la inserción social y laboral de las mujeres y ayudarles a que lleguen a hacerse cargo de sí mismas y de sus relaciones significativas». E hizo hincapié en que «aligerar el estigma marca la diferencia en el proceso de rehabilitación de las víctimas de violencias de género».
A continuación varias expertas compartieron sus experiencias en torno a la eliminación del estigma de la violencia de género. La primera en tomar la palabra fue Rosario Zanabria, presidenta de Network Woman, que señaló la necesidad de campañas informativas que desmitifiquen las violencias y la formación de profesionales para atender a las mujeres de forma adecuada, con empatía y sin prejuicios. Además, reclamó servicios accesibles y seguros, confidenciales y sensibles a las necesidades de las víctimas, y programas de apoyo que les ayuden a recuperar la autoestima y empoderarse.
Por su parte, María Elena Sánchez, abogada del Área de Violencia de Género de la Federación de Mujeres Progresistas, afirmó que el estigma sobre las víctimas de violencia de género se traduce en culpa y silencio. «Ese círculo de culpa y silencio reduce las posibilidades de intervención». Y compartió la experiencia del programa «Aura», que ha incluido un laboratorio de ideas entre mujeres supervivientes de violencia de género y profesionales sobre carencias, dificultades y necesidades que ha dado lugar a una Guía de Buenas Prácticas.
Finalmente, Carmen Flores, presidenta de FAMS, compartió los resultados de una encuesta realizada a madres solteras, donde el 70% han sufrido violencia económica, el 36% violencia sexual, el 44% violencia física, el 86% violencia psicológica emocional y el 60% violencia psicológica de control. Tras ofrecer estas cifras, puso el foco en la legislación y en la necesidad de evaluar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y ver dónde están fallando los sistemas de prevención, protección y atención.
