– El nuevo Parlamento Europeo deberá plantear políticas de inversión social para luchar contra el desempleo, la falta de acceso a la vivienda y el endeudamiento de las familias.
– Es necesario promover políticas de conciliación y fomentar la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las labores del hogar y del cuidado para evitar la discriminación laboral de las mujeres y mejorar la convivencia familiar.
Con motivo del Día Internacional de las Familias que se celebra el 15 de mayo y ante las próximas elecciones al Parlamento Europeo, la Unión de Asociaciones Familiares recuerda que luchar contra la pobreza de las familias y apoyarlas para afrontar la crisis debe ser un asunto prioritario de las políticas europeas.
“El incremento de la pobreza infantil en España y toda Europa, que no es más que el reflejo de la pobreza de las familias, es producto de las políticas de austeridad que se han venido aplicando en la Unión Europea y que han agudizado los efectos de la crisis. Es necesario un cambio de enfoque hacia políticas de inversión social”, señala Teresa Blat, Presidenta de UNAF.
Al mismo tiempo, UNAF se une a otras 50 organizaciones europeas integradas en la Confederación de Organizaciones de Familia en la UE (COFACE) para mostrar su posicionamiento en asuntos clave que afectan directamente a los derechos y el bienestar de las familias, para que sean tomados en cuenta en el desarrollo de políticas.
1. Empleo: El desempleo tiene efectos devastadores sobre las familias, y con ellas, sobre la infancia. Es urgente impulsar el empleo, luchando contra la brecha salarial entre hombres y mujeres y fomentando la igualdad de oportunidades.
2. Vivienda: el mercado inmobiliario ha sido uno de los principales afectados por la crisis, lo que ha dado lugar a desahucios masivos de familias que no podían pagar sus hipotecas. La vivienda es el gasto nº 1 para las familias, casi el 40% de su presupuesto, por eso, es necesario apostar por una vivienda social accesible.
3. Energía: la pobreza energética es un problema al que se enfrentan cada vez más familias. Se necesitan políticas que aseguren el abastecimiento energético de las familias y que promuevan energías ecológicas que sean sostenibles no solo en términos de suministro sino desde el punto de vista medioambiental.
4. Conciliación: el mercado laboral debe flexibilizarse para que la conciliación de la vida laboral, familiar y personal pueda llevarse a cabo, además de una distribución equitativa de las tareas del hogar y del cuidado entre hombres y mujeres. Además, el Estado debe garantizar el acceso de niños, niñas y personas mayores a recursos de cuidado asequibles y de calidad.
5. Dependencia y discapacidad: se deben desarrollar políticas inclusivas para apoyar a las personas dependientes o con discapacidad. Para ello es necesario el apoyo a las familias y a las personas encargadas del cuidado mediante recursos de calidad, el reconocimiento del papel que juegan en la sociedad y la economía las personas cuidadoras así como condiciones de trabajo flexibles para ellas.
6. Migración: Cada vez es más común que las personas migrantes se desplacen dejando a sus familiares en el país de origen, constituyendo lo que se conoce como «familias transnacionales” debido a las trabas administrativas en política migratoria. Es necesario que las políticas migratorias incorporen la dimensión familiar y que permitan la reagrupación familiar.
7. Inclusión financiera: el acceso a una cuenta bancaria, el endeudamiento, los préstamos o hipotecas son un problema para muchas familias. Es necesario garantizar este acceso a productos financieros así como un asesoramiento de calidad e independiente para las familias.
