Semana del Orgullo LGTBI+
- “Debemos avanzar en la investigación sobre las familias LGTBI+ y lograr una representación social más equilibrada”, señalan los expertos
- “Las estadísticas deben recoger toda la diversidad familiar porque eso nos dará la medida para ajustar las políticas públicas a las necesidades reales de la población”, subraya UNAF
Esta semana, en la que se reivindican con especial fuerza los derechos y libertades de los colectivos LGTBI+, la Unión de Asociaciones Familiares recuerda la importancia de visibilizar la diversidad familiar que es una realidad en nuestro país.
El pasado año, contrajeron matrimonio en España 172.243 parejas, de las cuales 4.259 estaban formadas por personas del mismo sexo. Así se desprende de los datos publicados el pasado 22 de junio por el Instituto Nacional de Estadística. El INE, sin embargo, no hace referencia a las familias homoparentales en casi ninguno de sus estudios. Desde que en 2005 se aprobara la ley que legalizaba el matrimonio homosexual y la adopción homoparental, este tipo de familias son cada vez más habituales. Sin embargo, las instituciones apenas las incluyen en sus estadísticas.
Según Enrique Arranz, Catedrático de Psicología de la Familia de la Universidad del País Vasco, “es necesario avanzar en la investigación sobre las familias homoparentales y lograr una representación social más equilibrada”. Así lo explicaba el pasado día 22 de junio durante su intervención en el curso “Políticas Públicas ante la Diversidad Familiar y la Igualdad: Perspectivas y desafíos”, organizado por UNAF y la Universidad de Salamanca.
Asimismo, Arranz señala que «no existen datos científicos que demuestren incapacidad de estas familias para practicar la crianza ni mayor dificultad de ajuste psicológico o problemas de conducta en los hijos e hijas. Además, frente a los prejuicios, los datos muestran que la distribución de la orientación sexual de los niños y niñas criados en estas familias es igual a la de la población general, es decir, no influye en su orientación la de sus progenitores».
Arranz hizo alusión a otros modelos familiares que deben afrontar algunos obstáculos. Es el caso de las familias monoparentales, encabezadas en su gran mayoría por mujeres, que tienen que superar grandes dificultades para practicar una crianza de calidad, ya que la carga económica recae en una sola persona.
Las familias reconstituidas, aquellas formadas por una pareja en la que uno o ambos miembros aportan hijos o hijas de una relación anterior, suponen una reorganización de todo el sistema familiar por lo que las relaciones pueden ser conflictivas y requerir de apoyo y orientación.
En cuanto a las familias adoptivas, Arranz destaca su alta motivación para la crianza, que compensa la aparición de problemas de conducta en los niños y niñas. «Estas familias actúan como entornos recuperadores de los retrasos en el desarrollo. Ahora bien, esta recuperación es más nítida en el desarrollo cognitivo que en el emocional, ya que en ocasiones arrastran apegos inseguros».
También encuentran dificultades las familias procedentes de técnicas de reproducción asistida, donde además de los riesgos para la salud de la madre y su hijo o hija a mayor número de embriones implantados, se pueden producir retrasos en el desarrollo, problemas de estrés y falta de recursos para la crianza.
Por todo ello, y aprovechando una semana caracterizada por su espíritu de reivindicación, UNAF pide “que el Estado promueva políticas públicas que atiendan las necesidades específicas de los diferentes modelos familiares«. Asimismo, reclama una mayor visibilización de estas familias en estudios, estadísticas y currículos escolares para evitar la discriminación y lograr una sociedad más inclusiva.