Madrid, 21 enero 2022 – Con motivo del Día Europeo de la Mediación, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) reivindica el papel clave de la mediación intercultural para gestionar la diversidad étnica y cultural y avanzar en la inclusión social, por lo que reclama un mayor impulso de este recurso por parte de las Administraciones Públicas.
Según los últimos datos del INE, a 1 de julio de 2021 residían en España un total de 5.325.907 personas extranjeras, con procedencias étnicas y culturales diversas. A esto se suman minorías étnicas, como la población gitana, estimada en más de 700.000 personas en nuestro país. Una diversidad cultural que, en muchas ocasiones, encuentra barreras de comunicación y comprensión que impiden la inclusión social y el ejercicio de derechos de todas las personas en igualdad de condiciones.
En este contexto, UNAF reivindica la mediación intercultural como una figura imprescindible que tiende puentes lingüísticos y culturales, facilitando la comunicación y el acercamiento entre personas de orígenes étnicos y culturales diversos. En el caso de los servicios y recursos públicos se convierte en un recurso esencial para el ejercicio de derechos fundamentales como la salud, la educación o el empleo, y para garantizar la igualdad de oportunidades.
“La mediación intercultural va mucho más allá de una interpretación lingüística, es un agente de transformación social, que promueve la convivencia y la cohesión social y facilita la comunicación entre personas usuarias y profesionales de los servicios públicos. Por eso es un recurso imprescindible para garantizar los derechos de todas las personas y debe contar con el apoyo e impulso de las Administraciones Públicas”, reclama Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF.
Dada la función social que cumple este tipo de mediación, UNAF ha puesto en marcha un servicio pionero de mediación intercultural especializada en salud sexual y reproductiva con enfoque de género, con el fin de acompañar de manera integral a las mujeres de diversos orígenes culturales en la atención en este ámbito de la salud (atención al embarazo, parto y postparto, métodos anticonceptivos, planificación de embarazos, prevención de enfermedades de transmisión genital, etc.).
Se trata de un servicio confidencial y gratuito, ofrecido en 17 lenguas, cuyo objetivo es cubrir las carencias y necesidades detectadas, ya que las barreras idiomáticas y culturales, unidas a las desigualdades de género, hacen que muchas mujeres no acudan a las consultas ginecológicas y no tengan acceso a información clave para su bienestar y para la toma de decisiones respecto a su salud sexual y reproductiva.
“A través de este servicio, estamos identificando numerosas situaciones de mujeres en exclusión sanitaria, ya sea por cambios legislativos o por falta de información a nivel administrativo. Además, estamos detectando muchas formas de violencia de género, como son la violencia sexual y los matrimonios forzados”, señalan desde UNAF.
Esta iniciativa responde a una fuerte demanda social, tanto de profesionales del ámbito sociosanitario como de las propias mujeres migrantes, y se desarrolla desde un enfoque comunitario, fomentando la colaboración con los diferentes agentes sociales y trabajando en red con otros servicios y recursos públicos.
Para la puesta en marcha del servicio, UNAF ha llevado a cabo una formación especializada con mediadoras interculturales de orígenes étnicos y culturales muy diversos, compartiendo su experiencia de más de una década en la promoción de la salud sexual y reproductiva con enfoque de derechos humanos, intercultural y de género.