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La clave de un buen acuerdo se llama mediación

En España el 76% de los divorcios y el 85% de las separaciones realizadas en 2015 se hicieron de mutuo acuerdo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Datos que Begoña González corrobora a partir de su experiencia como mediadora familiar de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), que ha compartido recientemente en el programa ‘Hablar por hablar’ de la Cadena SER.

The Great Divorce. Imagen: Thomas Hawk / CCBYSA.
The Great Divorce. Imagen: Thomas Hawk / CCBYSA.

«Desde nuestra experiencia, la gente tiende a separarse o divorciarse de común acuerdo frente a lo contencioso». La diferencia es que en el procedimiento contencioso los cónyuges se enfrentan por falta de acuerdo en un juzgado y es el juez el que toma las decisiones, mientras en el mutuo acuerdo son las parejas las que llegan a él y presentan al juzgado un «convenio regulador» donde se establece toda esa futura organización de la vida familiar.

«La mediación familiar está específicamente pensada para esto, para evitar procedimientos contenciosos y facilitar la adopción de acuerdos» y explica cómo funciona este proceso: «Son las parejas las que negocian por sí mismas con la persona mediadora, que está específicamente formada en mediación familiar, en técnicas de comunicación y de negociación. Pero es un profesional imparcial que ni toma decisiones ni aconseja sobre los acuerdos», lo que hace es favorecerlos.

Otra de las grandes diferencias de la mediación familiar es que además de tratarse los temas jurídicos, la persona mediadora tiene en cuenta las emociones involucradas en una separación o divorcio: los sentimientos de pérdida, el engaño, el dolor o la rabia. «Uno no se divorcia o se separa de un señor o una señora que pasa por la calle y no ha visto nunca, sino de la madre o el padre de sus hijos con toda esa carga emocional intensísima que lleva una ruptura y que es la que dificulta en muchas ocasiones los acuerdos».

Además, la mediación familiar fomenta una responsabilidad parental positiva: «La filosofía de la mediación familiar es que ni el divorcio ni la separación debe perjudicar a los hijos o hijas. Padres y madres deben ayudarles en ese trance que es el divorcio. Con las emociones ventiladas y aireadas se ayuda muchísimo a elaborar la ruptura y a que los hijos permanezcan al margen del conflicto». Además, fomenta la toma de conciencia sobre una cuestión fundamental: La responsabilidad parental continúa aunque la familia cambie.

En definitiva, la mediación familiar ofrece importantes ventajas: «Agiliza los trámites, reduce los costes, fomenta el entendimiento entre las partes y mejora la calidad de vida de los menores».

Una gran responsabilidad profesional

Para que la mediación familiar pueda llevarse a cabo, es necesaria una formación especializada de las y los profesionales. UNAF otorga a la formación una gran importancia por la responsabilidad que conlleva abordar un proceso de separación o divorcio. Por ello, como entidad pionera en esta materia en España, ofrece el Curso de Mediación Familiar, una formación presencial de 120 horas que incluye tanto los conocimiento teóricos de las diferentes disciplinas que capacitan al mediador o mediadora familiar como la formación práctica imprescindible para un buen ejercicio profesional, y que incluye tanto el estudio de casos reales como el entrenamiento en técnicas y procesos de intervención, además de la posibilidad de participar en calidad de co-mediadores o co-mediadoras con las familias usuarias en el Servicio de Mediación Familiar de UNAF.

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Pincha aquí para escuchar la entrevista completa a Begoña González.

Pincha aquí si quieres inscribirte en el XVI Curso de Mediación Familiar.

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UNAF

Equipo multidisciplinar de profesionales expertas y expertos en diferentes áreas de conocimiento de UNAF.

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