Con motivo del Día Europeo de la Mediación, 21 de enero, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) celebra la apuesta de la Ley de Eficiencia de la Justica por la mediación y otros métodos alternativos de solución de controversias (MASC) en los ámbitos civil y mercantil, lo que ayudará a reducir la litigiosidad judicial y resultará beneficioso para la ciudadanía.
La Ley Orgánica de medidas en materia de Eficiencia del Servicio Público de Justicia, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados el pasado mes de diciembre y que entrará en vigor en abril, exige como requisito que para que sea admisible una demanda en el ámbito civil se acuda previamente a algún medio adecuado de solución de controversias, es decir, “cualquier tipo de actividad negociadora a la que las partes de un conflicto acuden de buena fe con el objeto de encontrar una solución extrajudicial al mismo, ya sea por sí mismas o con la intervención de una tercera persona neutral”.
Este es el caso de la mediación familiar, que UNAF introdujo de forma pionera en España en 1990 a través de la apertura de un servicio gratuito de mediación en separaciones y divorcios, con el apoyo del entonces Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y que ha atendido hasta la fecha a cerca de 3.500 parejas. “Desde nuestra experiencia a lo largo de estos años, podemos constatar los beneficios que aporta la mediación a la hora de gestionar conflictos o negociar soluciones cuando hay desacuerdos en el ámbito familiar. No solo supone un ahorro de tiempo y dinero, sino que, sobre todo, conlleva un menor coste emocional”, asegura Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF.
El motivo es que las partes son las protagonistas de la mediación y quienes deciden sus acuerdos y soluciones, después de un proceso de diálogo y negociación apoyado por un mediador o mediadora neutral que garantiza la confidencialidad de todo el proceso. De esta forma, los acuerdos son más ajustados a su voluntad, logrando un nivel de cumplimiento mucho mayor que si lo impusiera un tercero, como un juez o una jueza.
“La mediación familiar es un recurso de gran utilidad no solo en el ámbito de las rupturas de pareja sino también en otros ámbitos como las relaciones intergeneracionales”, explican desde UNAF. Así ocurre en muchas familias con adolescentes, donde los progenitores se encuentran sin herramientas para afrontar los cambios que implica el proceso evolutivo de sus hijos e hijas y se disparan los desencuentros y los conflictos.
Por ello UNAF ofrece, en colaboración con FAMS, un servicio de mediación para familias con hijos e hijas adolescentes, que desde su creación ha atendido a unas 800 familias, y donde un mediador o mediadora facilita la comunicación entre las partes con el fin de revisar los modelos de relación que no están funcionando y resolver los conflictos entre ellas, fomentando una convivencia más positiva.
“Tras estos 35 años ofreciendo servicios que han ayudado a las familias en momentos de crisis y dificultad en sus relaciones, y formando a 18 promociones de mediadoras y mediadores familiares, seguimos apostando por la mediación. Creemos que esta nueva ley o cualquier otra iniciativa que impulse esta forma alternativa de resolución de conflictos estará contribuyendo a una mejora de las relaciones, de la convivencia y, en definitiva, al bienestar de las personas y al bienestar social”, afirma la presidenta de UNAF.
Los servicios de mediación de UNAF, de acceso gratuito y directo, cuentan con el apoyo de la Comunidad de Madrid y pueden ser solicitados por cualquier persona en alguna de estas situaciones a través del teléfono 914463162 o enviando un correo electrónico a info@unaf.org.
