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Entendiendo la adolescencia: Una etapa de descubrimiento y transformación

El período de la adolescencia es la transición que ocurre en el ser humano para pasar de la infancia a la adultez. Es una etapa que podemos encajar entre los 12 y 19 años, aunque pueda haber diferencias individuales que lo alarguen o acorten.

Es una fase en la que se producen muchos cambios físicos, cognitivos, emocionales y relacionales. Por eso, es normal que a las familias y personas adultas nos pueda dar miedo este momento vital. Conocer las características de la adolescencia nos puede ayudar a tener menos dudas y a actuar de forma más adecuada cuando nos encontremos con alguna dificultad. Además, tener un buen desarrollo en la preadolescencia y adolescencia es importante para entrar “con buen pie” a la vida adulta.

Cambios en la adolescencia

Como ya hemos comentado, existen distintos cambios en diferentes áreas de la persona adolescente:

1. CAMBIOS FÍSICOS

  • Aparición de caracteres sexuales secundarios (vello corporal, cambios en la voz, desarrollo de senos, etc.). Podemos hablarles de estos cambios, aunque sus cuerpos aún no hayan empezado a cambiar. De hecho, hay adolescentes que se desarrollan más tarde y esto es algo que les puede afectar en su autoestima y llegar a obsesionar mucho, generándoles gran malestar.
  • Cambios hormonales que afectan al cuerpo y al estado de ánimo. Podemos observar explosiones emocionales y cambios de humor bruscos debido a que las hormonas en esta etapa aumentan y las personas adolescentes tienen que aprender a regularlas.
  • En el caso de las mujeres, aparece la menstruación. Es importante hablar previamente de este cambio corporal con adolescentes para que toda la familia esté preparada. Esta conversación debe darse también con los chicos adolescentes puesto que deben conocer el ciclo menstrual y su higiene ya que convivirán con mujeres y es parte del cuidado del cuerpo, la salud y del respeto hacia las demás personas. Es conveniente enseñar el ciclo menstrual, sus fases y cómo pueden afectar física y emocionalmente, así como enseñarles todos los métodos de higiene menstrual para que elijan con el que se siente más cómodas.

2. CAMBIOS COGNITIVOS

  • Búsqueda de identidad: en esta fase los y las adolescentes se encuentran con el desafío de saber quiénes son y construir sus acciones en relación a esa identidad. Este descubrimiento puede generarles sufrimiento, soledad y sensación de confusión, con conflictos entre lo que quieren ser y deben ser.
  • Pensamiento crítico: van a comenzar a generar sus propios valores, ideales y gustos. Puede ser que se alejen mucho del pensamiento de la familia, pero esto es normal e incluso sano. Muchas veces necesitan irse al lado opuesto de pensamiento y valores, experimentar y decidir, más adelante, de forma más madura.
  • Autoestima: este aspecto de su personalidad entra en crisis constantemente en esta fase debido a que están aún construyendo su identidad. Podemos observar en los y las adolescentes momentos de mucha confianza en sí mismos/as y momentos en los que no son capaces de valorar nada de su persona. Así mismo, en esta edad, la autoestima depende mucho de la mirada de la otra persona, especialmente de su grupo de iguales, hasta que logren conseguir una mirada propia.
  • Problemas de rendimiento escolar: suele ser la etapa donde comienzan los problemas con los estudios cuando antes podrían no darse. Los conceptos y exámenes son cada vez más difíciles en la ESO y Bachillerato y la presión por el futuro cada vez es mayor. A esto se suma que en sus prioridades está la socialización o el ocio, con lo que no sienten ganas de estudiar.

3. CAMBIOS EMOCIONALES

  • Irritabilidad y cambios de humor:  El cerebro está cambiando, las hormonas aumentando, cambian de ciclo educativo y comienzan a elegir a sus amistades. Es una época de transición y mucha experimentación donde no tienen claro aún qué es lo que quieren y qué necesitan, costándoles manejar las emociones, por lo que es normal y sano que tengan estos cambios de humor y que puedan aprender poco a poco a manejarlos.
  • Falta de motivación o apatía: A veces, cuando una persona parece que todo le da igual —incluso cosas que antes le interesaban—, puede estar pasando por algo emocional más profundo, como tristeza, soledad o una sensación de vacío. Esa actitud de “pasotismo” no significa que realmente no le importe nada, sino que es una forma de protegerse. Al actuar como si nada le afectara, intenta desconectarse de emociones que le resultan dolorosas.

4. CAMBIOS RELACIONALES

  • Importancia del grupo de iguales: las amistades se convierten en su prioridad máxima. Al estar explorando su identidad, necesitan pertenecer a un grupo para ir averiguando lo que les gusta y cómo han de actuar ante las nuevas situaciones experimentadas. Es muy saludable que el grupo de amistades sea su prioridad, aunque tienen también que desarrollar su propio pensamiento y no desconectarse completamente de la familia.
  • Búsqueda de autonomía: se puede observar cierto distanciamiento de la familia o figuras de referencia adultas. Esto se debe a que necesitan espacio para poder explorar y sentirse capaces de tomar decisiones, elegir gustos, afrontar problemas y mejorar en seguridad y autoestima. Tiene que haber un equilibrio entre independencia y convivencia para que no lleguen a aislarse. Para ello, las familias debemos adaptar las normas a su nuevo ciclo vital y mantenernos firmes en los límites que aún consideramos necesarios.
  • Conflictos: esta etapa se caracteriza por que comienzan a rebelarse y muchas cosas pueden ser tema de debate o discusión. Es importante vivir estas disputas desde el aprendizaje de cómo negociar y llegar a acuerdos. Entrenar competencias como la asertividad, la empatía, la toma de decisiones o la negociación es esencial para que desarrollen relaciones sanas dentro de la familia y entre iguales.
  • Drogas: el consumo de sustancias es algo que se puede dar en este ciclo vital. Hay muchas ganas de vivir experiencias, pertenecer al grupo, sentirse más mayores. Sería aconsejable tratar el tema de las drogas desde el entendimiento, las habilidades sociales y la educación de los daños que puede ocasionar y las ventajas de no consumirlas, para que, llegado el momento, puedan decir que no y protegerse.
  • Primeras experiencias sexo-afectivas: a esta edad comienzan a interesarse por el sexo y la conexión emocional con otras personas. Es esencial que se normalice hablar de prácticas sexuales seguras (métodos de protección ante las ITS y de embarazo no deseado) así como hablarles del consentimiento en las prácticas sexuales y de qué es una relación sana.

Para concluir, conocer y normalizar estos cambios característicos de la etapa adolescente nos puede dar a las personas adultas más seguridad, información y capacidad de manejar las dificultades de la adolescencia. De esta manera, no llegarán por sorpresa y nuestra capacidad de adaptación será mejor.

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Mónica Pablos

Mónica Pablos es psicóloga sanitaria, experta en Trastornos de la conducta alimentaria y en Terapia familiar-sistémica. Cuenta con años de experiencia en intervención directa con familias y con población infanto-juvenil. También se dedica a realizar funciones de prevención de TCA en el ámbito socio-educativo.

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