La familia es una agrupación humana básica, que presenta una gran variedad de estructuras y está basada en muchos tipos de lazos como los biológicos, los afectivos y los de convivencia y apoyo mutuo.
La realidad nos muestra que, aunque existe una imagen estereotipada de la familia, la formada por un padre, una madre y sus hijos o hijas, cada vez son más los núcleos familiares que se separan de este modelo.
Familias monoparentales, homoparentales, adoptivas o de acogida, transnacionales… son solo algunos de los ejemplos de la diversificación de los modelos familiares, la cual es fruto de cambios socio-demográficos (disminución del número de matrimonios, aumento de la tasa de divorcio, descenso de la natalidad, procesos migratorios, etc), transformaciones en la legislación que regula el matrimonio, el divorcio y la adopción, y cambios en el sistema de valores de la población, que enfatiza más la tolerancia, la igualdad y la justicia social.
De todas estas nuevas formas de convivencia, uno de los modelos que ha experimentado un mayor crecimiento en las últimas décadas es el de las denominadas familias reconstituidas.
Un modelo familiar creciente con una estructura más compleja
Se denomina familia reconstituida a la formada por una pareja en la que al menos uno de los miembros tiene hijos o hijas de relaciones anteriores. En sentido estricto, este tipo de familias ha existido siempre, aunque nunca como ahora habían supuesto una ruptura con las reglas de funcionamiento de la familia tradicional.
ANTES: Antes, las familias reconstituidas tenían su origen en el nuevo emparejamiento de personas viudas o solteras, por lo que se inscribían en una lógica de reemplazo del progenitor que había fallecido o que estaba ausente. El padrastro o la madrastra no sólo sustituían al antiguo progenitor en la re-lación conyugal sino también en sus funciones parentales, de tal modo que la nueva familia suponía una continuidad con la familia nuclear tradicional.
ACTUALMENTE: En las familias reconstituidas actuales, cuyo origen suele ser la ruptura de una pareja anterior, la nueva pareja del padre o de la madre ya no sustituye a un progenitor que ha fallecido o que está ausente, sino que se integra en una estructura familiar en la que los dos progenitores biológicos siguen estando presentes. Esto añade complejidad a la estructura de la familia, que ahora es más parecida a una red o a una constelación familiar que al hogar nuclear tradicional.
Atender la diversidad de la reconstitución familiar actual
Las familias reconstituidas no son un todo homogéneo sino que son un ejemplo de la diversidad que las ha hecho crecer. Algunas parejas formalizan legalmente su relación mientras que otras no lo hacen, existiendo también la posibilidad de que la pareja no viva en el mismo hogar de forma permanente. En algunos casos es solo un miembro de la pareja quien aporta hijos o hijas, mientras que en otros casos los dos lo hacen. La nueva pareja puede tener además hijas e hijos en común. En algunos casos se da la convivencia de hijos e hijas comunes y no comunes, mientras que en otros casos viven en hogares diferentes.
Aunque en este blog veremos cómo son las familias reconstituidas tipo, debemos subrayar que su propia existencia y sus características no hacen sino confirmar que cada vez hay menos familias tipo y que es preciso que consideremos su estudio además de por su estructura, por sus dinámicas de apoyo mutuo y afecto, dando menos importancia a la forma, el nombre o la composición de un grupo familiar y, en cambio, fijándonos más en su funcionamiento interno y en los distintos puntos de vista de sus miembros, que abordaremos en futuros post en este blog.
Fuente: «Guía de Familias Reconstituidas», editada por UNAF