Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) denuncia que la Mutilación Genital Femenina es una forma de violencia de género que sufren 125 millones de mujeres y niñas en todo el mundo.
La violencia de género es todo acto de violencia física y psicológica, que se ejerce sobre la mujer por el mero hecho de serlo. Y constituye una manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, tal como recoge la Ley Integral de Violencia de Género.
Además, la mutilación genital femenina es una grave violación de los derechos humanos, ya que atenta contra la integridad física, la salud y contra la propia vida de mujeres y niñas, así como una violación de sus derechos sexuales y reproductivos.
«La mutilación genital femenina tiene consecuencias nefastas sobre la salud, física y psicológica, a corto, medio y largo plazo. El problema es que las mujeres no relacionan el dolor, las hemorragias, la depresión o la angustia con la práctica de la mutilación y, por tanto, no son conscientes del daño», señala Ascensión Iglesias, Presidenta de UNAF.
La explicación de que esta práctica ancestral haya llegado hasta nuestros días es la costumbre así como los mitos en que se sustenta. «La creencia de que la religión obliga a ello, que protege la virginidad, que garantiza la fidelidad, que aumenta el placer del hombre o la capacidad de tener descendencia, entre otras, están detrás de su prevalencia».
Por ello es necesario trabajar con las comunidades que las practican desmontando estos mitos e informando sobre las consecuencias para la salud. Una labor que debe ir acompañada de la formación de profesionales que entiendan que esta práctica no está asociada a ninguna religión, ni se realiza exclusivamente en África y que requiere un abordaje respetuoso con la cultura pero con los derechos humanos como referencia fundamental.
Así trabaja UNAF con las comunidades procedentes de países y etnias practicantes que residen en nuestro país, así como con los y las profesionales del ámbito sanitario, educativo y social que están en contacto con ellas. Una labor posible gracias a la financiación durante 2015 de la Obra Social «La Caixa» a través del “Programa de prevención e intervención ante la MGF”, en el que UNAF ha desarrollado talleres y cursos de formación, publicaciones para la sensibilización y material didáctico.