La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) celebró el 18 de noviembre en Madrid, junto a Praxxia Consultoras, la jornada ‘Coaching Familiar: Despertar el Potencial‘, en la que más de 60 profesionales tuvieron la oportunidad de conocer el valor que el coaching aporta como herramienta de acompañamiento y apoyo a las familias.
Julia Pérez, directora de UNAF, señaló que «el coaching familiar sirve para despertar conciencia y responsabilidad, desarrollar habilidades y promover cambios que enriquezcan las relaciones personales y de vinculación entre sus miembros. Una herramienta que implica a personas mayores, adultas, jóvenes, niñas y niños dentro de las familias, lo que significa impulsar cambios en la base de la sociedad futura».
«El proceso de coaching familiar supone desaprender para aprender de forma diferente, cuestionarnos como padres y madres, como pareja, como hijos e hijas, revisar nuestra biografía emocional y preguntarnos qué tenemos para ofrecer a los demás», explicó Gema Garrido, presidenta de Praxxia Consultoras, y animó a iniciar este «entrenamiento cotidiano», que ayudará a cualquier modelo de familia. «Es, en definitiva, una nueva forma de ser, estar y actuar».
Sobre el origen del coaching, Beatriz Vilas, vicepresidenta de la Asociación Española de Coaching (ASESCO) explicó cómo surge en el ámbito deportivo, se traslada al entorno empresarial y laboral, y su potencial en el ámbito familiar. «El coaching es un proceso de desarrollo y crecimiento personal, con el que trabajamos el autoconocimiento, nuestros valores y creencias, nuestra autoestima…, por lo que constituye una gran herramienta para el acompañamiento y apoyo a las familias, para conocernos, comunicarnos y gestionar mejor nuestros conflictos«.
A este respecto, Gregorio Gullón, técnico de los servicios de Atención a Familias de UNAF, destacó la importancia de la comunicación en la generación de la relación y el vínculo. «Aceptar o rechazar la definición que alguien da de sí mismo, ese proceso de confirmación, es la base del apego seguro. Por eso es importante cambiar la mirada de control hacia los hijos e hijas por una mirada de capacidad».
Otro elemento clave que trabaja el coaching familiar es la inteligencia emocional. Silvia Moreno, psicóloga clínica de Praxxia Consultoras, considera que se trata de una competencia imprescindible dentro de las familias. «Conocer la emocionalidad propia y ajena, expresarla, comprenderla y saber gestionarla inteligentemente son factores de bienestar personal que conducen también un mayor bienestar familiar».
Carolina Aguado, desarrolladora de programas de Coaching para padres y madres de la Universidad Francisco de Vitoria, diferenció las creencias potenciadoras de las limitantes. «Hay que desaprender estas últimas, desactivarlas. ¿Cómo? Cuestionándolas, valorando para qué nos han servido en algún momento, cuál es el precio de mantenerlas, por qué otras creencias puedo sustituirlas y qué sería distinto en nuestra vida, familia y entorno si las cambio».
Durante la clausura, Ascensión Iglesias, presidenta de UNAF, apuntó que el coaching familiar constituye una herramienta más para el apoyo a las familias y se encuadra dentro de la apuesta de la organización por mejorar las competencias parentales y promover la parentalidad positiva, «esa que pone el foco en las capacidades y potencialidades que todas las familias poseen, a partir de las que poder construir relaciones sanas y positivas, mejorar la convivencia y permitir un adecuado desarrollo individual y colectivo».