La separación de los progenitores implica en la mayoría de los casos la aparición de dos hogares para los y las menores.
A continuación, os hemos preparado unos consejos es ideas para facilitar su adaptación a esta nueva situación.
Condiciones básicas para crear un hogar cómodo y seguro:
Establece un espacio personal para tu hijo/a. Es importante que tenga su propia cama. Si no puede tener su propia habitación, búscale un lugar adecuado para sus objetos personales.
Facilítale artículos de aseo y cambios de ropa adecuados, incluyendo zapatos, calcetines, pijamas y ropa interior en cada casa.
Permítele que contacte con la otra parte por teléfono a diario, si así lo desea. Asegúrale la privacidad de sus conversaciones. Evita llamarle en los momentos previos a que tenga que ir a la escuela, vaya a acostarse o durante sus programas favoritos de televisión.
Permítele tener un retrato de su otro/a progenitor/a en ambos hogares.
Usa un calendario que refleje los días en que estará conviviendo con cada uno/a.
Organiza situaciones predecibles y que fomenten la seguridad de los hijos e hijas en cada hogar:
Establece y mantén rutinas y estructuras similares. Si es posible, llega a un acuerdo en cuanto a la hora de acostarse, labores hogareñas, rituales y tareas escolares. Esto ayuda a ambas partes.
Instaura y mantén reglas y procedimientos disciplinarios consistentes. Aunque los niños/as se adaptan perfectamente a diferentes reglas en distintos ambientes, la adhesión a los mismos procedimientos facilita su adaptación y ajuste.
Negocia y establece algún tipo de responsabilidad para tu hijo/a. Los niños y las niñas adquieren un sentir de pertenencia y crean confianza en sí mismos al contribuir en la familia. Las labores hogareñas, conforme al nivel de desarrollo del menor o la menor, ayudan a fomentar su lugar en la familia.
Haz que el tiempo que pasas con él o ella sea lo más natural posible. No es necesario ocupar el tiempo siempre con “eventos especiales”. Estar con él/ella al acostarse, apoyarle en los deberes de la escuela y compartir actividades divertidas, como jugar, leer libros o ver una película familiar, son importantes
Dedica un tiempo personal, uno a uno, con cada uno/a de tus hijo/ as. Esto es especialmente importante cuando se empieza a introducir una nueva pareja.
Ayúdale a hacer amistades en ambos entornos familiares, invitándoles a casa o llevándoles con vosotros/as a otras actividades de ocio
Comparte la información sobre tu hijo/a con el otro progenitor. Mantén al día la información sobre visitas y recomendaciones médicas, temas escolares tales como notas, tareas, actuaciones, etc.