3 junio 2022 – «El envejecimiento es un proceso individual y un evento familiar». Con esta reflexión arrancó el primer webinar de la serie ‘Nuevos paradigmas en el abordaje del envejecimiento en familia’, organizada por UNAF e impartida por el antropólogo y educador social Jesús Goyenechea. Una serie que se enmarca en el objetivo de la entidad de ampliar la mirada sobre las familias y su relación con el envejecimiento para apoyar a las personas mayores en la gestión de su proyecto de vida y a las familias en su papel de garantes y proveedores de apoyo a ese proyecto.
Jesús Goyenechea comenzó analizando los elementos que intervienen en el proyecto de vida de las personas mayores (biológicos, socio-familiares, el discurso social y aspectos psicológicos) y las diferencias por género. «La jubilación supone un cambio de rol muy importante. Muchos hombres al perder su rol en lo laboral buscan un lugar de autoridad en la esfera doméstica. Otros recuperan el mundo de lo emocional y aprenden a cuidar», Jesús Goyenechea.
Asimismo señaló que la posición de las personas mayores en las familias es complejo. En muchas ocasiones se les recluye como sujeto de cuidado o en las relaciones con nietos/as. El gran reto es situarlas en el centro de la dinámica familiar desde la revisión crítica del modelo de cuidado.
Jesús Goyenechea advirtió que «la imagen del envejecimiento que acostumbramos a proyectar no es sino un trampantojo elaborado con la imagen de nuestros padres y abuelos». Y explicó que hoy conviven al menos dos generaciones de personas mayores con diferencias en la gestión de su proyecto de vida, la expresión de sus necesidades, su imaginario sobre la vejez y su discurso sobre el cuidado.
En el modelo más tradicional de cuidado se producía una entrega de la autonomía de las personas mayores a los hijos e hijas que les cuidaban, no había alternativa. Sin embargo, hoy las personas mayores están cada más empoderadas y con un proyecto de vida propio.
Por otro lado, Jesús Goyenechea habló de la «Sociedad de los Cuidados» y de la Agenda 2030, de la falta de reconocimiento del cuidado y de sus costos, repartidos de manera desigual entre hombres y mujeres. «Un enfoque transformador sobre el cuidado significa modificar radicalmente la prestación de cuidados a través de las tres R: reconocer, reducir y redistribuir el cuidado», explicó.
En este sentido, es necesario no solo promover la corresponsabilidad en las familias, sino que las Administraciones Públicas se hagan corresponsables: articular una red pública de cuidados, con salarios y empleos de calidad, y con todas las garantías para quienes cuidan y son cuidados. Y es necesario un cambio de modelo, con servicios de atención centrada en la persona y que impulse la desinstitucionalización.
Así, una de las principales necesidades es el apoyo a las personas y familias que cuidan. «Las políticas han ido por detrás de las necesidades, más centradas en la provisión de servicios que en el acompañamiento al proceso de envejecimiento, descuidando a las familias como espacio de relaciones intergeneracionales fuera de la crianza», explicó Jesús Goyenechea.
Para las familias, gestionar el proceso de envejecimiento se convierte en fuente de dificultades y conflictos porque cuestionan la red de equilibrios tejida en torno a la parentalidad y las relaciones fraternales. Las familias necesitan un acompañamiento.
En este sentido, la mediación intergeneracional con personas mayores se presenta como una herramienta de gran ayuda, ya que moviliza los recursos internos del sistema familiar para hacer frente a los retos del envejecimiento.
Por último, dentro de esta serie de webinars, se analizó el papel de los recursos en un nuevo modelo de atención a las personas mayores, un modelo centrado en la persona: «Las y los profesionales ponemos nuestro saber a su servicio para crear un entorno seguro desde el que examinar, cuestionar y probar alternativas a su situación desde sus capacidades, con su autonomía por encima de nuestro saber y de las necesidades de la organización», explicó Jesús Goyenechea.
Dentro de este nuevo modelo de atención es importante incorporar la metodología de la «relación de ayuda», donde el proceso de confianza mutua constituye la base del vínculo. Además, la intervención grupal es una poderosa herramienta de intervención con las personas cuidadoras, ya que a través de grupos psicoeducativos y dinámicas de grupo las personas cuidadoras descubren cómo se sienten y qué herramientas tienen para mejorar su situación. A esto se suma la intervención comunitaria en el abordaje de la soledad no deseada en las personas mayores, desarrollando sensibilización, recursos y redes entre la comunidad, las instituciones y las entidades.
«Los recursos deberán flexibilizarse para poder cumplir la función de ayudar a las familias que cuidan y la gestión de los recursos deberán adaptarse a las necesidades de las personas mayores que vienen, cuyas necesidades se orientan más a la gestión del proyecto de vida», concluyó Jesús Goyenechea.
Para ver los VÍDEOS de los webinars PINCHA AQUÍ.
