Este post trata la separación y el divorcio desde la perspectiva de lo que las hijas e hijos necesitan de sus progenitores. El objetivo es ayudar a usar la mejor información disponible en relación con las necesidades de unas y otros cuando la pareja ya no vive junta.
Si esta información es integrada con su propia experiencia como madre/ padre, puede ayudarle a evitar algunos errores comunes y facilitar la adaptación de las niñas y niños a su nueva situación familiar.
Sus hijas e hijos tienen derecho a:
- Desarrollar y mantener una relación independiente con ambos progenitores.
- Estar al margen del conflicto entre ellos.
- No tener que tomar decisiones que desbordan sus posibilidades y que son exclusiva responsabilidad de las personas adultas a su cuidado. Por ejemplo, elección de la persona con la que van a convivir o el tiempo a pasar con cada progenitor con el que no conviven habitualmente.
- No tener que tomar parte, defender o infravalorar la importancia de su madre o de su padre.
- Ser guiados/as, educados/as y alimentados/as por cada miembro de la pareja, sin la interferencia del otro.
- Que sus necesidades materiales sean sufragadas por ambos, de acuerdo a su capacidad económica y de forma independiente al tiempo que pasan con cada uno/a de ellos/as.
- Disfrutar de la compañía de cada uno/a, al margen de si contribuyen o no económicamente a sus necesidades.
- Disponer de un espacio personal en casa de cada uno de sus progenitores.
- Desarrollar y mantener relaciones con otras personas adultas (familiares, nueva pareja, etc.), mientras éstas no interfieran o reemplacen la relación de la menor o el menor con su progenitor.
- Confiar en que ambos progenitores cumplirán los compromisos adquiridos en su separación, con respecto, tanto a las necesidades afectivas de contacto como económicas.